Hola bloggeros!

Hemos creado este espacio para publicar nuestros trabajos de filosofía y tambien para poder exponeros nuestros pensamientos filosóficos.

Nuestra primera publicación trata sobre una síntesis de la unidad 1 de filosofía de 1º de bachiller titulada: “Ser humano y sociedad: Los problemas antropológicos”, y hemos decidido realizarla sobre los niños ferales, puesto que nos parece un tema muy interesante y sorprendente ya que ver como un ser humano pueda criarse con la única ayuda de animales parece imposible en un mundo en que las tecnologías son la base del desarrollo, así mismo nos parece increíble que unos padres puedan abandonar o descuidar de esa manera a sus propios hijos.

Estas somos nosotras, en clase de filosofia, con nuestro profesor y Aristóteles, cuya filosofia nos ayuda a enterder muchas cosas.

Introducción

Los niños ferales son personas que han vivido apartadas de la civilización parte o toda su infancia. Este fenómeno se ha dado en pocas ocasiones pero esos casos han sido estudiados minuciosamente por sociólogos, médicos y lingüistas.

Los sentidos de estos niños eran a menudo más agudos que los de los seres humanos en sociedad, sobre todo la vista, el oído y el olfato, seguramente porque en el medio en el que se criaron podrían haber agudizado sus sentidos.

Estos niños son prácticamente insensibles al frío y al calor, poseen una visión nocturna perfecta y un sentido del olfato muy desarrollado; saben imitarlos sonidos de animales y prefieren su compañía a la de los humanos ya que tienen muchas dificultadas para entablar relaciones con ellos; olfatean sus alimentos antes de ingerirlos, generalmente carne cruda, la dieta de sus familias adoptivas, lo que les lleva a la intolerancia de otras sustancias como la carne cocinada; duermen del anochecer al alba, de acuerdo con las estaciones; y parecen ser sexualmente indiferentes; esta indiferencia sexual tiene que ver con la no intervención de un adulto en las pulsiones sexuales que son muy importantes en el desarrollo psíquico de un humano.

Los modelos a imitar por el niño que se cría en un ambiente humano, por muy mermadas que estén sus aptitudes conforman su personalidad en un grado difícil de apreciar que sólo puede observarse por contraste, precisamente de aquellos niños que se han criado en ambientes no humanos. Mahler propuso que el infante al nacer no tiene la experiencia de una identidad separada de la madre; parte de un estado de indiferencia.

Estas características dependen del momento en que los abandonen y los encuentren, así como del grado de interacción con su familia adoptiva y con personas durante su aislamiento social, en muchos casos estos niños fueron abandonados con edades en las que ya sabían hablar pero de todos modos al no practicar esos saberes al sacarlo de contexto parece como si fuera borrado por completo. En otros casos los niños son ya abandonados a edades muy tempranas y estos aprenden a imitar los sonidos del bosque es decir se educan con otros sonidos diferentes y adquieren características de animal

Cuanto más temprano es el aislamiento y más tardío su hallazgo, la integración de los niños es mas complicada, debido al nulo contacto con los humanos y al trato que sufren en ocasiones, la educación es muy complicada. Suelen pasar de un hogar adoptivo a otro y es frecuente que mueran jóvenes.

Una de las primeras películas realizadas sobre estos niños es "El pequeño salvaje" de François Truffaut, que refleja la vida de los niños ferales cuando se les encuentra y cuyo trailer dejamos a continuación

Oxana Malaya

Nacida en Noviembre de 1983 y encontrada en 1991 a los 8 años en Ucrania , había vivido la mayor parte de su vida con perros, sus hábitos eran, la mayoría, caninos y encontró grandes dificultades a lde articular el lenguaje Desde que se la encontró vive en una clínica para discapacitados de Odessa.

Oxana es hija de padres alcohólicos incapaces de cuidarla, nació en una zona pobre donde habitaban perros salvajes.

Paso su infancia en una caseta para a hora perros detrás de su casa y cuidada por estos animales. Gruñía, ladraba y se encuclillaba como un perro salvaje, olfateaba los alimentos y poseía el oído, el olfato y la vista agudizados.

No había tenido ninguna estimulación intelectual ni social, y su único apoyo emocional había provenido de los perros con los que vivía.
A día de hoy, Oxana puede hablar y se han solucionado muchas de sus conductas.

Los niños pollo

La primera referencia de niños criados por gallinas es la leyenda noruega de Jostedalsrypa. Se dice que ocurrió durante la epidemia de “Muerte Negra” que azotó Noruega entre 1349 y 1350.

Al Oeste de Noruega, la gente del pueblo de Sogn, trato de evitar la epidemia dirigiéndose un valle entre las montañas llamado Jostedal. No se permitía que nadie se acercara al lugar, para evitar el contagio, pero mantenían comunicación con sus parientes mediante cartas que colocaban debajo de algunas piedras.

A pesar de las precauciones, todos se contagiaron y murieron; todos, excepto una niña que se quedó sola en el valle, esta niña fue creciendo pero por temor a ser contagiada se ocultaba de todos los que se acercaran.

Finalmente fue capturada por unos granjeros que le dieron el nombre de Jostedalsrvpa. La joven se casó con un rico granjero de Dinamarca.

La leyenda es muy famosa en Noruega y se han hecho varias películas. La primera, llamada simplemente Jostedalsrypa y la segunda Trollsyn.

No hay más referencias de “niños pollo” hasta 1956, año en que se localizó a Kevin Halfpenny en Irlanda. El niño estuvo confinado durante 7 años en un gallinero.

Un día, cuando regresaba de la escuela, un niño oyó ruidos extraños dentro de un gallinero en Halfpenny, al acercarse se dió cuenta que el gallinero estaba cerrado y que las ventanas estaban cubiertas desde el interior con sacos de cartón.

De pronto, alguien levantó uno de los sacos y Desmond pudo ver: “un chico o una chica extraños con el cabello largo. Estaba todo sucio y no tenía zapatos. Le pregunté su nombre, pero no tuve respuesta. Pregunté otra vez, pero tampoco me respondió”.

En vacaciones, el chico visitó el gallinero de nuevo y llevó a dos amigos. El gallinero seguía cerrado. Tocaron la ventana y el chico levantó el cartón y agarró la malla de alambre que rodeaba toda la construcción.

Los niños visitaron el gallinero en otras ocasiones antes de avisar a la policía. Cada vez iban más amigos. El niño nunca respondía a sus preguntas, aunque los miraba fijamente.

Finalmente llegó la policía, sacó al niño del gallinero y lo llevaron a un hospital para que fuera examinado por los doctores. Se determinó que tan sólo pesaba 12.7 Kg. y medía 75 centímetros. Había sufrido raquitismo por haber estado al menos 5 años encerrado en la oscuridad.

La madre de Kevin, declaró ante el juez que encerraba al chico cuando iba a hacer las compras. Tenía otras tres hijas y un niño, pero todos iban a la escuela, como no podía dejar sólo a Kevin lo que lo encerraba en el gallinero, para que no se hiciera daño. Pero las evidencias mostraban que el niño no se podía sostener en pie y que la falta de luz solar y una dieta escasa en vitamina D le habían producido raquitismo.

Margaret fue condena a 9 meses de prisión y Kevin permaneció en el hospital a cargo de la hermana Irene. Se le realizaron varias operaciones en las piernas y finalmente se quedó a trabajar con las Hermanas de la Caridad.

Sunjit Kumar, fue encerrado y atado en un gallinero poco después de su nacimiento, en 1973, en las islas Fiji. Su madre murió en el parto y, tras el suicidio del padre, el niño le fue entregado al abuelo, en 1976. Sunjit vivió dentro del gallinero hasta los 8 años, cuando escapó. Durante todo ese tiempo no tuvo contacto con seres humanos por lo que adoptó el comportamiento de las gallinas: “picoteaba” su alimento, saltaba como un pollo, se subía en los pasamanos, cacareaba y hacía ruidos como las aves, mantenía los brazos de una forma parecida a las gallinas y prefería dormir en el gallinero.

Lo encontraron una noche de 1979 sentado a la vera del camino. Lo llevaron a un asilo de ancianos, donde no supieron que hacer con él y lo volvieron a atar, esta vez en una cama, durante más de veintidós años. En 2004, la presidenta de un club rotatorio en la ciudad capital de Fiji, se enteró del caso e hizo que varios doctores lo examinaran. Los especialistas no encontraron ningún defecto mental y convinieron que su estado era el resultado de años de negligencia y abuso.

Se hizo cargo de Kumar y lo tomó bajo su tutela. Acondicionó una estancia de un orfanato y contrató a médicos para que le dieran terapia. Elizabeth dice que Kumar ha hecho un “progreso notable”, aprendiendo a caminar y hablar como un ser humano, ahora vive de una forma relativamente normal.

La historia de la “Niña pollo de Portugal” no es muy diferente. María Isabel Quaresma Dos Santos fue encontrada en enero de 1980 a los 9 años de edad encerrada en un gallinero, en Portugal. Había nacido a finales de 1970 y había pasado 8 años encerrada en el gallinero. Su madre, era deficiente mental y aunque los vecinos conocían la situación no quisieron interferir en lo que consideraban un asunto familiar.

Sólo una trabajadora social se interesó en la niña y la envió a varios hospitales para que la atendieran, pero al término de los análisis fue regresada a su madre, una campesina deficiente mental, y al hombre con quien cohabitaba.

La niña, de 10 años, manifestaba las mismas reacciones que las gallinas, durmiendo en el suelo y caminando de una manera muy extraña. Isabel no hablaba, hacía sonidos como las gallinas y colocaba sus brazos imitando la forma de las gallinas; comía el mismo alimento que le daban a las gallinas y hacía del baño en cualquier lugar. Estaba desnutrida y tenía una catarata, probablemente debida a un rasguño de las gallinas.

Isabel fue llevada al hospital y luego trasladada a una clínica de Lisboa, finalmente fue ingresada en una institución para niños discapacitados, pero no hizo grandes progresos. Su edad física era de 18 años, la mental tan sólo rebasaba la de un niño de 2 años, aprendió a caminar, pero nunca pudo aprender a hablar.

En los años 90, encontraron a un filipino de dos años llamado Jesse Boy en un gallinero, donde su padrastro lo encerró durante siete meses tras golpearlo gravemente. Cantaba como un gallo, cacareaba como una gallina y tomaba el alimento como si su boca fuera un pico, también aleteaba sus brazos como alas.

Una agencia de cuidados infantiles lo rescató, después de pagar una cuota. Después un tiempo de terapia, el niño dejó de cantar por la mañana y aprendió a comer en una mesa, en 1999 sin embargo sólo hablaba con monosílabos y continuaba aleteando sus brazos al jugar con otros niños discapacitados.

Genie

Nació el 18 de abril de 1957 y fue descubierta en el suburbio angelino de Arcadia en noviembre de 1970.
Vivía con sus padres y un hermano mayor, John, supervivientes de un total de cuatro nacimientos. La pareja era inestable, la madre sufría ceguera y el padre, sufría de depresiones a causa de un accidente de tráfico y era un maltratador.

Genie nació perfecta físicamente, comenzó a hablar un poco tarde pero un medico sugirió que tenia problemas de aprendizaje y un retraso mental. Su padre tomó esta situación al extremo, entendiendo que era su deber proporcionarle un tratamiento doméstico y protegerla del mundo.

Hasta los 13 años, no tuvo ningún contacto con el mundo, salvo con su padre. Pasaba los días encerrada en su cuarto, ataviada con un pañal y atada a una silla-orinal. De noche, la colocaba en una especie de bolsa de dormir atada y dentro de una jaula. Tenía prohibido emitir sonidos y hacer ruido, si lo hacía, su padre la golpeaba. Su alimentación, consistió en comida de bebé, cereales y huevos cocidos.

Su habitación era un cuarto sellado sin adornos. No tenía acceso a radio, televisión ni material didáctico. Si llegaba a oír palabras, éstas eran agresivas. A los 13 años, sólo entendía 20 palabras.
Los demás habitantes de la casa tenían prohibido hablar con la niña.
Su vista del mundo se reducía a 5 centímetros de cielo y parte de la casa del vecino

En 1970 la madre logró escapar con sus hijos, acudió a una oficina de beneficencia a buscar apoyo del Estado, la trabajadora social notó que la niña que iba con ella, usaba pañales, que miraba puntos indefinidos y que sostenía sus manos como si estuviera apoyada en un imaginario barandal, mientras hacía ruidos infantiles. Al descubrir que tenía trece años, dio aviso a la Policía e inmediatamente la niña fue llevada a un centro de menores.

Su modo de andar era similar al de los canguros, estornudaba, escupía y rasguñaba, no emitía sonidos y se dedicaba a buscar objetos con los que intentaba masturbarse regularmente.
Tras un juicio fue enviada con su madre.

Actualmente tras la muerte de su madre vive en una institución para adultos cerca de los Ángeles.

Pedro de Hamelin

Un campesino de la localidad alemana de Hamelín, encontró a una criatura desnuda, en el verano de 1724, de piel oscura y abundante pelo negro, que se movía trotando por el campo. Lo describió como “una criatura desnuda, pardusca, de cabello negro”. Llevaba restos de una camisa alrededor del cuello. Lograron acercarlo al pueblo ofreciéndole un par de manzanas.

Parecía tener unos 12 o 13 años de edad. No daba muestras de civilización y trato de escaparse en numerosas ocasiones, estaba siempre alerta, desconfiando de cuanto le rodeaba y su postura era en cuclillas o a cuatro patas. Trepaba los árboles con facilidad y parecía incapaz de hablar. Aparentemente fue abandonado por su padre por esa discapacidad. Su alimentación era principalmente hierba, pelaba la corteza de las ramitas verdes y aspiraba la savia, y verduras, aunque también comía carne cruda. En un principio no soportaba la ropa, pero aprendió a usarlos.
Tenía muy desarrollados los sentidos del oído y el olfato, le gustaba la música y murmuraba las melodías que escuchaba. Un médico que le examino, propuso la posibilidad de deformaciones en la lengua que le impedían hablar.
Este niño vivió poco tiempo en Hamelín, pues primero fue enviado a Hannover y de ahí fue de un lugar a otro de mano en mano de cortesanos probablemente como un entretenimiento.
Cuando creció aceptó una dieta más variada y en mayores cantidades. Le gustaba el fuego y no despreciaba un vaso de licor, pero mostró indiferencia por el dinero y las mujeres. Llegó a prestar pequeñas ayudas en la cocina pero necesita estar supervisado continuamente.
No era sordo. Muchos trataron de enseñarle a hablar, con la esperanza de que pudiera contar algo sobre su existencia pero nunca llegó a hablar. Aunque aprendió a vestirse y a dormir en una cama, no era más inteligente que los animales. Pasó 61 años en la sociedad, pero nunca aprendió a decir nada, excepto “Peter” y “rey Jorge”